CONSEJOS
Nuestros consejos de salud
Los mejores consejos de salud para tu día a día. Aquí encontrarás como mejorar tus rutinas, consejos y mucho más…

¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por un coronavirus descubierto recientemente en Wuhan (China).
¿Cómo se puede contraer la infección?
Según se ha podido observar hasta ahora, parece que se transmite por contacto directo con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Estas secreciones caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, por lo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También se pueden contagiar si se inhalan las secreciones que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser, estornudar o exhalar.
¿Puede transmitirse por el aire?
Todo apunta a que el virus se transmite principalmente por contacto con las gotas respiratorias expulsadas con la tos o el estornudo.
¿Cuáles son los síntomas de la Covid-19?
Los síntomas más comunes, que afectan al 80% de las personas, son leves, y son similares a los de una gripe: malestar general, fiebre o tos. En los casos moderados puede producir sensación de falta de aire y, en los más graves, la infección puede causar neumonía y otras complicaciones.
¿Cuáles son los grupos de mayor riesgo?
Los grupos de mayor riesgo son las personas de edad avanzada y las personas con enfermedades crónicas, como son las cardiovasculares, diabetes, cardíacas o pulmonares, o con inmunidad reducida.
¿Qué puedo hacer para protegerme?
Para prevenir el virus, hay que aplicar las medidas genéricas de protección ante cualquier enfermedad respiratoria:
- Lávese las manos frecuentemente (con agua y jabón o soluciones alcohólicas 70%), especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.
- Tápese la boca y la nariz con pañuelos desechables o con la cara interna del codo en el momento de toser o estornudar y lavarse las manos enseguida (con soluciones alcohólicas 70% o con agua y jabón).
- Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca. Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca.
- Evite el contacto cercano (menos una distancia de dos metros) con personas que padecen infecciones respiratorias agudas y presentan tos, estornudos o expectoraciones, y no comparta las pertenencias personales.
- Evite compartir comida y utensilios (cubiertos, vasos, servilletas, pañuelos, etc.) y otros objetos sin limpiarlos debidamente.
¿Qué debo hacer si he vuelto de una zona especialmente afectada?
Si su estado general es bueno, puede hacer vida normal, cumpliendo las medidas de confinamiento impuestas y limitando las salidas a las situaciones previstas por las últimas medidas adoptadas.
Aun así, vigile su estado de salud durante los 14 días posteriores al viaje y, si presenta síntomas como malestar general, tos, fiebre o sensación de falta de aire, avise a los servicios sanitarios. Es importante que les informe sobre el viaje que acaba de hacer y sobre a los síntomas que tiene.
¿Hay algún tratamiento para la COVID-19?
De momento no hay medicamentos que puedan prevenir o curar la COVID-19, aunque algunos remedios tradicionales pueden aliviar los síntomas. Los antibióticos no son eficaces porque la enfermedad está causada por un virus. Tampoco hay todavía ninguna vacuna, aunque se están realizando estudios para probar algunas.

Astenia primaveral
Cuando llega la primavera, muchas personas experimentan una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como intelectual, que reduce la capacidad para trabajar e incluso realizar tareas sencillas. Es lo que se conoce como astenia primaveral.
La astenia no aparece después de hacer un esfuerzo, sino durante nuestra actividad diaria. Es más común en las mujeres que en los hombres y se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años.
La astenia primaveral se caracteriza por síntomas muy diversos: tristeza sin causa aparente, tono vital bajo, pérdida de apetito, falta de memoria y dificultades para concentrarse, dolor de cabeza, trastornos del sueño, irritabilidad y disminución de la libido, entre otros.
La astenia primaveral es de carácter leve y remite a los pocos días sin necesidad de tratamiento.
¿Cuáles son las causas?
No se conocen las causas de la astenia primaveral, pero parece que puede estar relacionada con el cambio climatológico, los procesos alérgicos en las personas propensas y los ciclos hormonales.
Después del invierno, los cambios de horario (el adelanto de la hora), las modificaciones ambientales (con otras condiciones de luz y presión atmosférica) y la adopción de otras rutinas (debido al buen tiempo ya que oscurece más tarde) pueden alterar el organismo, disminuyendo la producción de endorfinas, que son las hormonas del bienestar. Además, el aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina, una hormona que regula el sueño. También pueden influir las alergias a pólenes, muy frecuentes en esta época del año.
Se puede prevenir?
Llevar una vida saludable y ordenada es la base para fortalecer nuestro organismo y sus defensas, evitando que los factores externos minen nuestra energía.
La astenia se puede prevenir siguiendo algunos consejos muy sencillos:
Intenta dormir ocho horas diarias, o las que sean necesarias para sentirte descansado, y procura ser regular en la hora de irte a la cama.
Sigue una dieta equilibrada y variada, enriquecida en vitaminas y minerales. A veces puede ser útil un aporte vitamínico o mineral complementario, que puedes encontrar en la farmacia.
Mantén el cuerpo hidratado ingiriendo unos dos litros de agua al día. La ingesta de infusiones y zumos ayuda también a conseguir una buena hidratación.
Realiza ejercicio moderado al menos durante 30 minutos al día.
Roman al aire libre y absorbe la luz del sol.
Realizar actividades que te gusten. Dado que la astenia primaveral provoca desmotivación en general, conviene intentar superar la sensación de cansancio y falta de energía realizando actividades que resulten agradables. De esta manera el ánimo se eleva y se combate más eficazmente el periodo transitorio de tristeza primaveral.
Si la astenia no desaparece en pocas semanas, lo más conveniente es ir a el médico para obtener un diagnóstico preciso.
Fuentes: Colegio de Farmacéuticos de Barcelona; Sociedad Española de Medicina de Atención Primaria (Semergen); Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)

Caídas
Entre las personas mayores las caídas son frecuentes y en ocasiones graves. Muchas caídas podrían evitarse con sólo cambiar algunos aspectos de su vida diaria.
Consejos:
- Mejore su estado físico. Haga ejercicio de forma regular, adaptado a sus capacidades. Los ejercicios de resistencia o el entrenamiento con pesas pueden ayudar a fortalecer las piernas débiles y así mejorar la estabilidad cuando camine. El taichi y los ejercicios de equilibrio, como aguantarse sobre un solo pie, ayudan a mejorar el equilibrio corporal.
- Evite en lo posible el uso de medicamentos para dormir o tranquilizantes.
- Utilice el bastón o el andador si tiene problemas para andar.
- Tenga cuidado de sus pies. Utilice calzado con tacón bajo y suela de goma que no resbale. Evite las zapatillas abiertas por el talón.
- Revise periódicamente la visión: el uso de gafas específicas ayuda a prevenir algunas caídas.
- También puede hacer el tratamiento del glaucoma o las cataratas, factores que limitan la capacidad visual.
Haga más seguro su hogar:
- Ilumine bien su casa, especialmente pasillos y escaleras. Situe los interruptores del alumbrado de forma que sean fácilmente accesibles.
- También se pueden utilizar detectores de movimiento para encender la luz o luces que se encienden simplemente con tocarlas.
- Retire de los pasillos los cables, muebles, adornos, etc., que dificulten el paso.
- Evite los suelos resbaladizos. Quite las alfombras o péguelas bien en el suelo.
- Instale barras de soporte en el inodoro, bañera o ducha. Ponga una esterilla antideslizante en la bañera.
- En la cocina, todo debería estar al alcance; evite tener que subirse a sillas o taburetes.
- Cuando suba y baje escaleras utilice siempre el pasamanos.
- No se levante de la cama bruscamente: permanezca sentado unos minutos antes de ponerse de pie.
- No suba a escaleras de mano o muebles.

Dormir mejor
Los trastornos del sueño son muy habituales en la población, por lo que son muchas las personas que presentan problemas para conciliar el sueño o tienen períodos de sueño poco reparador. Sin embargo, la pandemia actual de COVID-19 ha empeorado o ha hecho aparecer en algunos casos los problemas de sueño. Para mejorar la calidad del sueño se pueden seguir los siguientes consejos, aunque debemos puntualizar que este proceso necesita cierto tiempo para obtener resultados.
Consejos para dormir mejor:
1-Rutina
Es importante mantener una rutina en la que se marquen claramente los horarios para comer, lavarse, vestirse y evidentemente dormir. Es conveniente marcar un tiempo para poder relajarse antes de acostarse.
2- La cama
No se debe utilizar la cama para trabajar (con el ordenador o la tableta). La cama debe reservarse para dormir y/o descansar.
3- Luz natural
La luz natural ayuda a regular el sueño, por lo que debería estar, al menos, 2 horas diarias expuesto a la luz natural.
4-Pantallas
Se debe evitar el uso de pantallas (tabletas, ordenadores, teléfonos móviles) al menos una hora antes de acostarse.
5- Siesta
Si se hace la siesta, debe ser máximo de 30 minutos siempre que ésta le genere bienestar. Si se despierta de la siesta con sensación de amodorramiento y con dificultad para reiniciar la actividad diaria, es recomendable no realizarla.
6- Alimentación
La alimentación es otro de los puntos a cuidar Una dieta sana ayuda a mejorar el sueño.
7- Actividad física
La actividad física regular tiene grandes beneficios no sólo para el sueño, sino a todos los niveles, por lo que debería realizarse algún tipo de ejercicio diariamente.
8- Técnicas de relajación
En algunas personas, las técnicas de relajación pueden ser útiles para mejorar el sueño. Si este es su caso, es recomendable que las incluya en la rutina diaria.
9- Noticias
No es recomendable la sobrecarga de noticias, especialmente si éstas son negativas, estresantes o que generen ansiedad. Mantenerse informado es útil, pero en la medida justa.
Infusiones y tisanas
Las infusiones y tisanas son remedios naturales que pueden ayudarle a dormir mejor. Las más habituales son las de valeriana, tila y manzanilla. Se pueden incluir en la rutina un poco antes de acostarse.
Si tiene problemas para dormir, o su sueño no es suficientemente reparador, no dude en pedir consejo a su farmacéutico.
Fonts: Sleep Foundation. Sleep Guidelines During the COVID 19 Pandemic. 2020
Dodson ER, Zee P C. Therapeutics for Circadian Rhythm Sleep Disorders. Sleep Med Clin. 2010 December; 5(4): 701 715.
Auger RR, Burgess H, Emens J.S, Deriy L.V, Thomas S.M, Sharkey K.M. Clinical Practice Guideline for the Treatment of Intrinsic Circadian Rhythm Sleep Wake Disorders. An Update for 2015. Clin Sleep Med 2015 ;11(10):1199 1236

Excesos Navideños
Aunque cada año nos hacemos el propósito de no cometer excesos en Navidad, nunca lo conseguimos; es misión imposible. Pero, ¿qué hacer para volver a la normalidad?
Tras los excesos de comidas navideñas, nuestro organismo suele quedar saturado de grasas, proteínas y calorías. Hay formas de depurarlo sin hacer dietas drásticas; se trata sólo de ponernos a punto.
Lo más importante, una dieta adecuada:
Durante un día o dos se puede realizar una dieta depurativa a base de caldo de verduras combinado con hidratos de carbono que compensen el exceso de grasa y proteína. Con esta dieta, se logra dar un reposo digestivo y metabólico a hígado, páncreas y estómago. No es una dieta para perder peso, sino que se logra no ganar o ganar muy poco, a pesar de los excesos gastronómicos de los últimos días.
Los expertos en nutrición desaconsejan que sólo tome fruta a lo largo de un día. Es mejor moderar las raciones y realizar una dieta correcta, pero que incluya hidratos de carbono para mantener los niveles suficientes de glucosa que necesita nuestro organismo.
Éstos son algunos consejos dietéticos que nos pueden ayudar a recuperar la normalidad:
Come frutas y verduras, si son frescas mejor. Te ayudarán a mantener una buena flora intestinal. El apio ayuda a limpiar el aparato digestivo y facilita la digestión de los hidratos de carbono. En el caso de las frutas, el limón funciona muy bien como desengrasante, ya que hace las comidas más digestivas, y la piña activa nuestro metabolismo y ayuda a eliminar grasas.
Pásate a las infusiones. Durante unos días intenta dejar de lado el café o reducir su consumo. Existen infusiones para todos los gustos y con múltiples propiedades.
Come más pescado y carnes ligeras, y busca las prendas más magras.
Bebe mucha agua. Hidratarse bien es fundamental.
Si te has pasado con el alcohol, es muy recomendable empezar el día con un buen zumo de frutas desintoxicantes (como el de tomate), ya media mañana ya media tarde, tomar zumos depurativos (de naranja, papaya o piña).
Los alimentos ricos en fibra también servirán para ayudarte en la evacuación, así como a “deshinchar” el vientre.
Las ensaladas crudas son ricas en enzimas que ayudarán a una mejor digestión.
El ejercicio también ayuda:
Pero no todo se soluciona haciendo una dieta sana. No hay que olvidarse de hacer ejercicio físico. Caminar una hora al día puede ser una buena manera, fácil y que no requiere mucho esfuerzo. Además, no tiene por qué ser seguida, puedes repartirlo en dos tandas de media hora. También puedes proponerte subir y bajar las escaleras a pie en lugar de tomar el ascensor. Todo esto te ayudará a mantener el cuerpo tonificado así como a mejorar la digestión.
Y si te animas, hay también numerosos ejercicios específicos para hacer en casa o en el gimnasio, para reducir la grasa en la barriga, en las cartucheras y en los glúteos.
Fonts: Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación; Fundación Española de la Nutrición

Cuidar el cabello en verano
Llega el verano y con él, el sol y los baños en el mar y en la piscina.
En general, cuando nos exponemos al sol, sabemos que es necesario proteger nuestra piel de los rayos solares, pero frecuentemente se nos olvida que el pelo también sufre con el sol, ya que los rayos ultravioletas afectan a la queratina, una de las principales proteínas del cabello y responsable del brillo y del color de nuestro pelo, provocando deshidratación, decoloración, sequedad y pérdida de brillo.
Por otra parte, el agua salada, así como el cloro y otras sustancias del agua de las piscinas, también afectan a las propiedades características del cabello y lo vuelven frágil y quebradizo.
¿Cómo podemos proteger el cabello?
- De la misma manera que seleccionamos ropa adecuada para protegernos del sol y el calor, también debemos utilizar una gorra o un pañuelo para cubrir el cabello.
- Además del fotoprotector para la piel, es recomendable utilizar un fotoprotector capilar adecuado. Hoy día existen en el mercado numerosos productos eficaces, como los protectores en espray, los champús con filtro solar o las mascarillas protectoras.
- Ducharse y enjuagarse el cabello después de cada baño es fundamental para eliminar todos los restos químicos del agua de la piscina, o el salitre del agua del mar.
- Es recomendable lavarse el pelo con el champú indicado por el dermatólogo y, si es necesario, utilizar una crema suavizante que contribuya a la hidratación.
- Es conveniente preparar el pelo para el verano con un peinado cómodo y un cabello más bien corto. Cortar las “puntas” antes de empezar las vacaciones ayuda a mantener la fibra capilar en buen estado, evitando que esté abierta o rota cuando nos expongamos al sol, lo que aceleraría la deshidratación del cabello.
- Es mejor no utilizar secadores y planchas, ya que contribuyen a estropear el cabello. Es preferible dejar que se seque al aire, después de haberlo lavado y acondicionado bien.
- Consulta a tu farmacéutico/a, que podrá aconsejarte sobre los mejores productos para tu cabello.
Fuentes: Fundación Piel Sana; https://www.capilarea.com/cuidar-tu-cabello-en-verano

La anemia ferropénica
Es la variante más frecuente de anemia, ya que afecta a un 2-5% de varones y mujeres adultos en los países desarrollados. La incidencia puede llegar al 10% en el caso de las mujeres en edad fértil.
La anemia se produce cuando la hemoglobina, componente principal de los glóbulos rojos, se encuentra en cantidades menores de lo normal. Las causas fundamentales son el sangrado gastrointestinal y, en las mujeres, las pérdidas de sangre por reglas abundantes.Durante el embarazo, es frecuente la aparición de anemia. De hecho, hasta un 80% de mujeres gestantes sin aporte suplementario de hierro tienen falta de hierro, especialmente a partir del segundo trimestre de embarazo.
Es muy raro que esta anemia se produzca por comer poco o mal (excepto en niños y mujeres embarazadas), pero puede aparecer en las personas que siguen una dieta vegetariana estricta.
Síntomas
Los síntomas que produce la anemia son, fundamentalmente, cansancio, palidez, irritabilidad, fragilidad y caída del cabello, fragilidad de las uñas, y llagas en los labios.
El tratamiento principal de la anemia ferropénica se basa en la administración de hierro, sea a través de la dieta o mediante administración oral de suplementos de hierro.
Hierro en la dieta
- El hierro contenido en alimentos de origen animal se absorbe mejor que el de origen vegetal. Por ello, es recomendable aumentar el aporte de carnes rojas, pescado y yema de huevo, además de legumbres, cereales y hortalizas.
- Es aconsejable acompañar las legumbres con alimentos ricos en vitamina C (tomate, pimiento) o con proteínas para favorecer la absorción de hierro. También se favorece la absorción de hierro en una ensalada si se acompaña de germinados.
- Conviene reducir el consumo de grasas: nata, chocolate, quesos grasos, carnes grasas, embutidos, bollería y repostería.
Suplementos de hierro
- Los medicamentos con hierro deben tomarse de forma constante y durante 3-4 meses por lo menos para curar la anemia y llenar los depósitos de hierro del organismo.
- El hierro es mejor tomarlo con el estómago vacío y, si es posible, acompañado de vitamina C (zumo de naranja). Si te produce molestias de estómago, tómalo con o después de las comidas.
- No lo tomes con leche ni con los medicamentos llamados antiácidos porque pasa menos cantidad a la sangre.
- El hierro produce heces de color negro, y también puede provocar estreñimiento.
Consulta con tu médico o tu farmacéutico. Ellos podrán aconsejarte lo mejor para ti.
Fuentes: -Guía práctica de salud Semfyc.
Carretero Colomer M. Tratamiento de la anemia ferropénica. Offarm. 2010; 29 (4): 76-7.

Alimentación y cerebro en la edad adulta
La salud depende de las pequeñas decisiones diarias, es decir del estilo de vida, y entre ellas, las que más relacionadas están con la salud son la alimentación y el ejercicio.
A medida que envejecemos, el cerebro se encoge y perdemos células cerebrales, lo cual puede afectar al aprendizaje y la memoria. La dieta mediterránea ha demostrado tener un efecto positivo en la salud cerebral.
La dieta mediterránea incluye tomar grandes cantidades de frutas, verdura, aceite de oliva, judías y granos de cereales, como trigo y arroz, cantidades moderadas de pescado, productos lácteos y vino, y una cantidad limitada de carne roja y de aves de corral. Aliméntate de forma equilibrada y sin excesos, siguiendo una dieta mediterránea.
A partir de los 65 años
Es imprescindible asegurar el adecuado consumo de agua. En este sentido, la lechuga es uno de los alimentos más ricos en agua. También hay que llevar una dieta rica en fibra debido a la disminución de la actividad física y la posible pérdida de funcionalidad del intestino.
Además, es importante favorecer la absorción de aquellos nutrientes que más déficit presentan en estas edades: alimentos ricos en hierro, en vitamina C, en calcio y vitamina D. Por ello, habría que incluir diariamente en la dieta, frutas, frutos secos, legumbres, cereales integrales y verduras.
Las vitaminas del grupo B son las que más influyen para que tanto el cerebro como todo el sistema nervioso funcione correctamente. Además de estas, también son importantes los minerales (como el magnesio) y los ácidos grasos insaturados. Algunos de los alimentos ricos en estos nutrientes son los frutos secos como anacardos, avena, almendras y piñones.
También se debe evitar el consumo excesivo de azúcar y de alcohol.
Para contribuir a una buena salud cerebral
Es necesario mantenerse físicamente activo, realizando diariamente ejercicio moderado, que además de fortalecer tu cuerpo, te ayudará a fortalecer las áreas cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje.
Los suplementos compuestos por vitaminas y minerales pueden ayudar a mejorar los niveles de estos cuando están disminuidos. Pide consejo a su farmacéutico.
Fuente: Sociedad Española de Nutrición

Beneficios de la fruta
Los alimentos, la dieta y la nutrición tienen un importante papel en el mantenimiento de la salud y en la prevención de muchas enfermedades, incluso antes del nacimiento, aunque a menudo no seamos conscientes de ello.
Los beneficios de la fruta son:
- Aportan variedad y cantidad de vitaminas y minerales, principalmente vitamina C (cítricos, frutas tropicales, melón y fresas).
- Aportan provitamina A en forma de betacarotenoides (melón, albaricoque, melocotón, nectarina, caqui, mango, níspero, frutas del bosque y en menor proporción, vitaminas del grupo B).
- Hidratan el organismo rápidamente.
- Ayudan al correcto funcionamiento del aparato digestivo.
- Facilitan el drenaje de líquidos porque son diuréticas y depuradoras del organismo
- Aportan fibras vegetales solubles.
- No aportan grasas.
Como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sodio, la OMS recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles.
Fuente: OMS, Sociedad Española de Nutrición, zonahospitalaria.com

Botiquin de viaje
Las vacaciones ya están aquí y aunque es periodo para “desconectarse” de la rutina diaria, no debemos olvidar que pueden aparecer pequeños problemas médicos. Por ello, debemos preparar y llevarnos un botiquín de viaje.
-Cuál es el destino y la duración del viaje
-Si vas solo o acompañado, y en ese caso, ¿con niños y/o ancianos?
-Qué actividades físicas va a realizar
-A qué distancia estarás del centro médico más cercano
Los medicamentos que puedes necesitar llevarte, dependiendo del destino, son:
-Analgésico / antipirético para bajar la fiebre o calmar el dolor, por ej. ácido acetilsalicílico, paracetamol y/o ibuprofeno. Alguno se encuentra en formas masticables y facilita su ingestión en caso de no conseguir agua potable fácilmente.
-Antimaláricos.
-Pomada con corticoides, para las reacciones alérgicas de la piel.
-Antihistamínico, para tomar por boca, para reacciones alérgicas más generalizadas.
-Antidiarreico.
-Sobres de rehidratación oral (fórmula de la OMS, se venden en farmacias) para diarreas y vómitos fuertes.
-Algún antibiótico de amplio espectro, para infecciones (amoxicilina o ciprofloxacino).
-Medicamento contra el mareo, si vas a hacer traslados especiales.
-Gotas oculares emolientes.
-Descongestionante nasal.
-Pastillas potabilizadoras de agua y/o cuentagotas o frasquito con un poco de lejía alimentaria.
-Polvos de talco para evitar los hongos en las zonas de la piel más húmedas (axilas, pies…).
-Repelente de insectos, insecticida.
-Toallitas húmedas, o con colonia y/o pañuelos de papel para la limpieza extraordinaria de manos o utensilios, latas, etc.
-Preservativos para evitar enfermedades de transmisión sexual (entre otras el SIDA).
-Cremas de protección solar.
-Lo necesario para una cura de urgencia: gasas estériles; algodón hidrófilo; vendas de fijación elástica, tiritas, esparadrapo; tijeras de punta redonda y pinzas; agua oxigenada y alcohol 96º; toallitas antisépticas, Guantes de cura estériles; antiséptico.
No olvides llevar la tarjeta sanitaria individual y el documento de desplazados por si fuera necesario recibir asistencia médica en el lugar de vacaciones.
Además, no debes olvidar la medicación que utilizas habitualmente como la píldora anticonceptiva, las inyecciones de insulina (acuérdate también de llevar una nota de tu médico en la que se explique la necesidad de adquirir jeringas y agujas), el inhalador para el asma, unas gafas de repuesto y los líquidos para limpiar las lentes de contacto.
Consejos generales
Es recomendable llevar los medicamentos en el equipaje de mano para evitar el riesgo de pérdida durante el viaje. También se puede facturar un duplicado de los medicamentos para tenerlos asegurados en caso de pérdida o robo.
Procura llevar una cantidad sobrante de tu medicación habitual para poder hacer frente a un periodo largo por si surge cualquier eventualidad.
Recuerda que para cualquier duda o aclaración que necesites, puedes consultar con tu farmacéutico.
Fuente: Portal de salud de la Comunidad de Madrid; Guía de Prevención-Salud. Sanitas